Que NO es la oración


Retomando nuestro devocional, comenzamos una serie de mensajes acerca de la oración. No obstante para tener claridad acerca de ello, es necesario identificar que no es la oración.

En el capítulo 11 del evangelio de Lucas los discípulos viendo que Jesús se apartaba y tomaba tiempo para la oración y ellos mismos sintieron esa necesidad, así que le preguntaron al señor como debían orar.

Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Ahora bien algo que deberiamos definir primero es que no es la oración, porque tenemos muchos preconceptos de lo que este acto implica:

- La oración no es una repetición

Muchas veces nuestra oración es una cantidad frases repetidas vez tras vez, o que repetimos periódicamente pero que no siempre están en consonancia con nuestra situación o realidad, frases aprendidas desde la niñez y que por costumbre usamos para hablar con Dios
La oración por lo tanto, no debe ser algo monótonamente aburrido, Dios es el único que satisface, y Él es real en la oración meditativa y espontánea. Así el Acércarse a Dios debe ser con palabras sinceras con nuestra pensamientos en Él; entonces, la oración será lo que es, y no simples rezos. 

Mi rey y mi Dios, escucha con atención mis palabras; toma en cuenta mis súplicas, escucha mi llanto, pues a ti dirijo mi oración. Tan pronto como amanece te presento mis ruegos, y quedo esperando tu respuesta.

»Y al orar, no usen ustedes repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería.

- La oración no es un monólogo

En la parábola del fariseo y el publicano (ver Lucas 18.9-14 ) vemos que el fariseo se dirige a Dios de forma impersonal, solo mencionando sus cualidades y méritos, este tipo de oración desconoce a un interlocutor (Dios mismo) y solo se centra en si mismo, asi que podemos ver también que la oración no se centra exclusivamente en muestra persona, no es ególatra.

- La oración no es demandante

no se enfoca en derechos adquiridos (ejemplo :las promesas de Dios). Dios no es nuestro sirviente, el es soberano y dueño absoluto de todo. Orar es un privilegio de un hijo para acercarse a Dios con respeto y humildad. Jesús mismo es ejemplo de humildad y sumisión a los propósitos de Dios.

La oración no es por tanto demandar. No tiene una respuesta por justicia propia, sino por el amor y la misericordia de Dios

Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

El cual en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su reverencial miedo. 

- La oración no es exigente: 

Acercarse a Dios en oración con exigencia de su intervención, esta fuera de lugar. Solamente Dios sabe realmente lo que necesitamos, y cuando es que lo necesitamos. El mejor que nadie, tiene conocimiento de cada uno de nuestros tiempos.  

Resignadamente esperé á Jehová, e inclinóse á mí, y oyó mi clamor. 

- La oración no es preparada

Hay ocasiones donde la oración es impulsiva sin considerar el tiempo y las circunstancias, quien ora debe preparar primero el corazón para una oración debe ser auténtica, espontánea y deleitosa. Una oración preparada, es mecánica y fría. 

No pequen permitiendo que el enojo los controle. Medítenlo cuando por la noche vayan a descansar.

- La oración no se enfoca en las necesidades externas 

El fin de la oración es la comunión con Dios y su atención a nuestra vida endeble y necesitada de su misericordia y no necesariamente de nuestras necesidades externas. Cuando la oración solo se enfoca en la presentación de las necesidades externas, Dios queda en segundo plano y el debe ser el objetivo de la oración. 

Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.

Pon asimismo tu delicia en Jehová, y él te dará las peticiones de tu corazón.

Mañana veremos otros pre-conceptos erróneos acerca de la oración, para poder abordar desde la enseñanza de Jesus lo que es realmente el orar.

Te espero mañana 

Nota: Cuando no se hace mención, las citas bíblicas corresponden a la versión RV1960

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