Su nombre

Cual nombre es el que santificamos? Es acaso un nombre común y corriente?

Es necesario entender por qué es importante el nombre que pedimos sea santificado, por que merece tal exaltación el nombre de Dios, pues al hacerlo entendemos su magnitud y grandeza .

En los 10 mandamientos que Dios entregó a su pueblo, hay uno que es particular y que muchas veces deliberadamente obviamos

'No uses el nombre del Señor tu Dios en vano. Yo, el Señor , no tendré por inocente a quien se atreva a usar mi nombre en vano. '

Éxodo 20.7 NVI

Antes de la venida del Señor Jesucristo,. el nombre de Dios no se mencionaba, así que se referían a Él conforme a los atributos que lograban de el identificar:

• EL SHADDAI: “Dios Todopoderoso (Génesis 35.11),
• JIREH: “El Señor Proveerá (Génesis 22.14),
• RAPHA: “El Señor Que Sana” (Éxodo 15:26),
• NISSI: “El Señor Es Mi Bandera” (Éxodo 17:15),
• M`KADDESH: “El Señor que Santifica" (Levítico 20:8; Ezequiel 37:28),
• SHALOM “El Señor es nuestra Paz” (Jueces 6:24), 
• TSIDKENU: “El Señor nuestra Justicia” (Jeremías 33:16),
• ROHI: “El Señor es mi Pastor” (Salmo 23:1), 
• SAMA: “El Señor está allí” (Ezequiel 48:35), 
• SABAOTH: “El Señor de los Ejércitos” (Isaías 1:24; Salmo 46:7), 
• EL ROI: “El Dios que me ve” (Génesis 16:13), 
• EL OLAM: “El Dios Eterno” (Salmo 90:1-3), 
• EL-GIBHOR: “Dios Fuerte” (Isaías 9:6).

El nombre de Dios era velado para ellos, lo vemos cuando Jacob, luego llamado Israel, lucha con Dios y le pregunta por su nombre (ver Genesis 32.29-30), también el padre de Sansón pregunta al ángel del Señor (Cristofanía: manifestación de Dios en personificación humana) por su nombre y este le responde: porque preguntas mi nombre que es admirable? (ver Jueces 13:17,18). Por tanto su nombre era algo sumamente relevante, Cuando Dios se identificó lo hizo como Yo soy y cuando Moisés le preguntó concretamente Él se identificó como Yo Soy el Que Soy (suena a suerte de trabalenguas, Ver Éxodo 3.14), o Yo Seré el Que Seré, según las reglas  gramaticales hebreas, este nombre significa “yo soy aquel que estaba, que está y que estará”, es decir “yo soy aquel que está siempre presente”, “yo estoy”. Podría considerarse una respuesta evasiva, no obstante implica algo mas profundo, pues en esta respuesta esta consignando una promesa, que el es quien necesita ser para su pueblo, en esencia el Todo para todo, la plenitud.

Por tanto su nombre reitera todo aquello de lo que expresábamos en el devocional anterior, omnisciente (Lo sabe todo, ver 1 Juan 3:20), omnipotente (Él tiene todo el poder sobre todas las cosas en todos los tiempos en todas las formas, ver Job 42:2) y omnipresente (Está presente en todas partes, tanto de forma trascendente como inmanente, pasare a aclarar estos dos términos.

Trascendente es que Él existe por encima e independientemente de toda su creación (Ver Salmo 139). En otras palabras, no hay nada creado que iguale Su poder. Él creó todo el espacio, el tiempo, la energía y la materia.

En cuanto a inmanente se refiere a la relación de Él con el mundo, operado activamente en él, sosteniéndolo por ser su causa efectiva y estando continuamente presente, en Hebreos 1:3 dice que Dios, a través de Jesucristo, "sustenta todas las cosas con la palabra de su poder de Dios.

El Salmo 103, uno mas de los salmos del Rey David, es en sí el listado mas completo de la naturaleza y el carácter de Dios. en el, el rey expresó todo aquello que Dios implicaba para su vida. Probablemente fue escrito en sus últimos años de vida.  

Este salmo implica las razones por las cuales David bendecía a Dios, y por las cuales nosotros a diario deberíamos hacerlo: Por redimirnos (versículos 3 a 5) este conjunto de versículos por sí solo expresa con suficiencia porque deberíamos reconocerle, agradecerle y confiar en Él. En los  versículos 6 y 7 expresa cuán Justo es Él, en los  versículos 8 al 10 se manifiesta a  plenitud su misericordia, y en los versículos 11 y 12 se manifiesta la grandeza de su perdón basado en su misericordia,  también manifiesta su compasión para con nosotros (versículos 13 y 14).

En los versículos 15 al 22 el salmista  David hace un contraste entre el hombre y la creación  con Dios mismo.

Si cuando expresamos "Santificado Su nombre" nos detuvieramos a considerar todo lo que Dios y su nombre implica, entenderíamos la dimensión de su amor, pues Él en toda su grandeza, se inclina y pone toda su atención a nosotros, tan finitos, tan limitados.

Es un resumen muy somero del peso del nombre de Dios, no obstante es suficiente para poder continuar en el entendimiento del modelo de oración dado por Jesús, comprender porque nos centramos en El como eje de nuestra oración, y porque como paso subsiguiente nos sometemos a su voluntad.

Bendiciones